IZARGAIN-sintesis II

Punto de vista estructural
1° nivel: IMAGOS
2° nivel: MEDIADORES
3º nivel: FANTASIAS
4° nivel: ESCENAS (aparecen los fantasmas. Se produce una inclusión del sujeto que interactúa con los Fantasmas).

La etapa fetal esta dominada por una integración somática, regulada por mecanismos homeostáticos.
A nivel de desarrollo, la primera situación en la que el niño se encuentra con respecto al agente vincular es una situación de FUSION.
De esta situación se tiene que salir para dar lugar a la etapa de SIMBIOSIS. Lo que inaugura esta segunda fase, fase de simbiosis, es un proceso de dos caras: individuación/separación.
Esta individuación/ separación tiene que tener sus manifestaciones tanto a nivel de necesidades, como de estímulos, como de vivencias
El nivel de vivencias afectaría a la recepción misma de los estímulos y las necesidades y a la calidad de estos estímulos, placenteros o aversivos y de estas necesidades, satisfacción de necesidades o no satisfacción de estas necesidades. La tonalidad afectiva estaría en relación a estas vivencias.

En esta etapa se produce una cierta organización motora en sus niveles más primarios, y también una coordinación de esta organización, tanto en su aspecto sensitivo como en el propiamente motor, ambos serían implicativos.

La característica esencial de esta coordinación sería la disponibilidad por parte del niño de esquemas, secuencias que dotan de tiempo psíquico, de tiempo vivido, de tiempo estimular al propio niño.

Se tiene que dar el circuito:

Para que haya un equilibrio y se instale el esquema temporal, tiene que darse este circuito. Este circuito instala el ritmo si no existe el riesgo de que quede truncado el proceso. La permanencia en el polo displacer daría lugar a una experiencia arrasadora. La permanencia en el polo placer conduciría a un estado de fusión con la madre característico del narcisismo primario (nivel de equilibración homostático, nivel alucinatorio, pensamiento mágico). Este proceso es un estado de actividad permanente del propio individuo. La secuencia es necesaria para que se produzca un proceso de actividad permanente del propio individuo

1° nivel: IMAGO
Definición de IMAGO: imprinting del vínculo, con su propia tonalidad afectiva, con su propia calidad de valor.
Teniendo en cuenta la fusionalidad, que ya no es orgánica (en el periodo fetal el psiquismo está a nivel 0, integrado al de la madre), cuando el bebe nace la integración orgánica se rompe y se produce la FUSIÓN.
Al nacer el niño no tiene un centro receptor de estímulos. El hecho de que al termino de la primera fase el niño alcance o no la individuación radica en la constitución de este centro o no centro a nivel subcortical encargado de recibir y sintetizar la experiencia?. El que el niño sea capaz de atribuirse a si mismo la información que recibe, los estímulos que experimenta. es un logro del desarrollo, un logro constitutivo, un logro de vinculación.
Cuando hablamos de individuación hacemos referencia a esto.

El VINCULO es la relación significativa que establece la madre con el niño. La IMAGO es este mismo vínculo en cuanto huella cerebral, memoria inscrita. La IMAGO es VIVENCIA, o resonancia afectiva de esa huella inscrita. El niño interioriza los estímulos del vínculo con una vivencia de bienestar o no.
De aquí la importancia del ritmo: la existencia de un ritmo constante ¿secuencias repetitivas? cuando el niño no tiene capacidad de elaborar la ausencia garantiza la seguridad del niño. El ritmo tendrá un papel importante de segurización.
La imago depende del vínculo primario, es su traducción intrapsíquica.
Imago e Imagos: La imago no es una relación única. La imago es una traducción intrapsíquica de un segmento de ese vínculo. De ahí, el problema que se plantea, ya que hay una fragmentación del vinculo en diversas imagos que de alguna manera tiene que organizarse (imago satisfacción, imago frustración, imago insatisfacción). El niño no puede incorporar a la madre en su totalidad, luego introyecta varias imagos fragmentadas, que con el ritmo proporcionan esas experiencias que son el fondo existencial de la madre, esta tiene una riqueza de aspectos. Además, la madre no esta sola: el niño acepta otras relaciones. Hay otras imagos que son imagos subordinadas.
Las diversas imagos proporcionan al niño su fondo existencial. Hay una imago principal y otras subordinadas.

2° nivel: MEDIADORES
El niño acepta otras relaciones. Los mediadores, algunas teorías dicen que son verdaderas imagos, como relaciones subordinadas de las imagos principales: otras teorías dicen que los mediadores no alcanzan el nivel de imago. Los mediadores completan al agente vincular en su relación.
Una madre con buenos mediadores consumará bien el proceso de separación del niño. El padre y otras son imagos mediadores. El mediador puede ser positivo y negativo.
La madre esquizofrenizante no existe sin el padre esquizofrenizante, este es un mediador que actúa la insaciabilidad de la madre, haciéndola insatisfecha.

3º nivel: FANTASIAS
La confluencia de las imagos y sus mediadores va ejerciendo un proceso complejísimo y velocísimo. Se va realizando todo un mapa de redes de estímulos, engramas, de vivencias asociadas.
Hay campos de engramas en relación con las vivencias principales placer/displacer, satisfacción/insatisfacción?, que son activadas por el recuerdo.
El recuerdo se suscita por la aparición de la necesidad, información actualizada.. El niño se representa las secuencias que cada vez son más complejas, a la vez que las necesidades se hacen cada vez más complejas. Va acumulando secuencias y redes de asociación.
Se producen mínimas conexiones entre estos campos, las secuencias se van enlazando. La motricidad se va organizando y hay los primeros tanteos de organización sensomotora. Esta fase se concluye con una cierta organización al nivel de estos circuitos fundamentales de integración, cuyo efecto es la diferenciación.
El niño es sujeto de estímulos. Empieza a ser sujeto de comportamiento motor, que se puede traducir como DEMANDA. Pasa del mundo interior al mundo exterior. Se va rompiendo la fusión, ?la fusión permanece en cuanto el niño no tenga que realizar ninguna acción porque esta se le satisface antes de que exprese su demanda, permaneciendo en la fase de alucinación de la satisfacción, el narcisismo primario y el pensamiento mágico.
En este momento se forma el núcleo de la Fantasía. Es el niño que sin saber como, tiene en las manos un instrumento mágico que le permite conjurar la fuerza de las imagos.

IMAGO + MEDIADOR = FANTASIA
La fantasía es un esquema productor que responde a la calidad del vínculo.
El niño ha conquistado su individualidad pero no su totalidad. No percibe al objeto totalizado, integrado y por lo tanto tampoco se percibe a sí mismo como totalidad.
Las fantasías proponen al niño, suscitan el deseo, calman el exterior produciendo una acción del sujeto.
Las fantasías corresponden a niveles parciales del objeto, la fortaleza del esquema productor vendría dada por el equilibrio entre los mediadores y las imagos, y luego por la propia calidad de las Imagos.
Aquí se vera la eficacia o no de los mediadores pues ellos permiten la integración o no del esquema. El esquema por un lado organiza al niño, por otro lado sirve para organizar la experiencia, para organizar los vínculos.
Los esquemas son la forma en que el niño organiza sus representaciones, que no son sólo relaciones cognitivas sino también afectivas. Aquí comienzan a organizarse las relaciones de objeto.
El mundo imaginario es ese mundo sin fronteras, el que teme o el que desea, el que se vuelve loco.
De la calidad de las imagos y de los mediadores dependerá la incorporación de nuevos elementos. Posteriormente vendrán los vínculos secundarios que estarán en función de los primarios.