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« Psico(pato)logía |
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Perversiones e ideales femeninos |
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Faltan observaciones clínicas en este terreno.
PERRIER: toma la categoría de la perversión para llegar al destino de la líbido. Analiza la homosexualidad femenina.
Parte de dos aspectos fundamentales para estudiar la perversión sexual. Habría dos puntos esenciales:
l. Analizar las relaciones objetales
2. Problema del deseo y la tendencia que se manifiesta en el campo de la relación sexual.
¿Hacia donde tiende o llevó la sexualidad?
Una respuesta es hacia el orgasmo (factores que favorecen, factores que lo niegan).
En si mismo el fenómeno del orgasmo es bastante difícil de plantear. Lo estudió DOLTO. La homosexualidad femenina plantea un tema que se da en la homosexualidad masculina, aunque en menor cantidad.
En la homosexualidad femenina se plantea el tema del placer. Este punto es un tema principal.
Para el homosexual masculino, además del problema del placer está el de la erección.
¿Qué distinción cabe entre homosexualidad femenina y homosexualidad masculina?
Mientras que en la homosexualidad masculina un tema esencial es el del amor, el placer sexual quedaría subordinado. Para la homosexual mujer se plantean los temas del objeto sexual, el problema sería su propia relación sexual, su propio placer.
El homosexual hombre diría que las mujeres no saben amar.
La homosexual mujer diría que los hombres no saben dar placer.
Tanto el hombre como la mujer cuando hacen referencia al ideal de amor profundo harían referencia a un ideal cultural, al amor tal y como de él habla el hombre.
Las mujeres que hablan del goce son las que plantean una visión más femenina.
En la histeria el problema del placer sexual se remitía sobre todo a sexólogos. Cuando se abordaba desde la clínica se hacía desde un punto de vista fisiológico. Actualmente, en psicoanálisis no se toca el problema del orgasmo vaginal.
PERRIER dice que hay una repelencia a determinados temas relacionando el orgasmo vaginal con la excreción.
El hombre tarda en hablar de su pene, habla de su falo. Se da esta confusión entre pene y falo.
Sería como si tanto el orgasmo vaginal como el pene representaran un legado de la naturaleza, que en la medida en que son signos estructurales de feminidad o masculinidad, el hombre y la mujer lo rechazaran ya que hacen referencia a una corporeidad que no se puede asumir totalmente.
En la teoría psicoanalítica el terna del deseo ha quedado escamoteado .
Ante el problema del deseo se plantea la cuestión de que, si nos encontraríamos con dos cuestiones distintas: deseo masculino, deseo femenino .
La histérica no llega a comprender la necesidad del deseo del deseo.
PERRIER plantea dos problemas en el hombre:
1. Temor al indicante eréctil del deseo.
2. Protesta narcisista del hombre: el hombre nunca se encuentra suficientemente deseado, y le lleva a una herida narcisista:
- necesidad de superarse en la erección
- llanto por el deseo de deseo
La prostituta viene a aliviar esta herida narcisista pues devuelva al hombre el deseo del deseo, pero sin embargo la prostituta deja al hombre con una insatisfacción por el simulacro que supone.
Lo que desarbola muchas veces al hombre es la manifestación del deseo de la mujer. Se preguntará si siempre, la mujer, lo habrá manifestado. Problema del celotípico: si lo ha manifestado la primera vez conmigo puede hacerlo con otros.
Para FREUD hay una disposición distinta en la mujer y el hombre frente al deseo.
En la mujer tiene un gran papel la envidia y la poca tolerancia a la frustración.
El deseo del hombre muchas veces es inseparable de su capacidad para soportarlo. Tiene una tolerancia mayor a este tipo de frustración. Mientras que la mujer no es capaz de dilatar la espera para la entrega, el hombre pone énfasis en los preparativos, este tiempo transcurrido sería aproximación a la consecución.
Parece que el orgasmo sería para la mujer la finalidad de la búsqueda, mientras que en el hombre no sería suficiente.
En el hombre deseo, búsqueda, cortejo formarían parte del juego donde el hombre encuentra el gozo. Aunque el orgasmo, el hombre tendería a mitologizarlo como una actitud más de dominio que de gozo .
El hombre no es indiferente a la voluptuosidad femenina, en el coito persigue esta manifestación. El pozo del hombre está condicionado a los signos de gozo en la otra (el hombre vacila en el miedo de un demasiado pronto o un demasiado tarde).
Estos son los límites en los que juega la estructura masculina.
Es difícil definir el orgasmo vaginal. Vagina: órgano hueco.
¿Cómo concebir las contracciones de la vagina? La característica del orgasmos vaginal habría que analizarla en relación al orgasmo anal. Esto plantea:
- Análisis de las relaciones objetales
- Análisis de la estructura del objeto
- Análisis de la estructura del placer.
Para hablar del placer y del deseo, es necesario abandonar las correlaciones fisiológicas y por tanto, el mito de los trastornos fisiológicos para abrirse al insoldable misterio femenino.
Cómo analizar el orgasmo: se plantea el análisis del reflujo del orgasmo en relación a una biografía imaginaria del cuerpo, no con las pautas evolutivas sino en relación a las pautas vinculares de crianza.
Hipocondríaco: se defiende de sus aspectos femeninos. Orgasmo no fálico. Falo de su madre. Fantasías de embarazo.
Neurótico: goza más en la masturbación que en el coito; angustia de castración.
La mujer ordena su feminidad de acuerdo con el significante falo. FREUD: la angustia de castración impedirá al hombre hundirse en el seno del placer .
ISRAEL: Las histéricas. |
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