Un cuento que escuché, decía que:

"El y ella son hermanos. El un adolescente tímido, ella tiene unos años más. Viven con sus padres y viven bien: son críticos, oyen música, leen poesía, abren los ojos para conocer. El viejo perro creció con ellos en casa.

Pero el país está desgarrado y él ha oído hablar de los "chupados", de los desaparecidos. Una mala noche sus padres han sido arrancados de la casa: ellos también son desaparecidos. Ella, él y el perro quedan solos. El está impactado por la Dictadura de los Generales, por los Horrores del mundo en que vive: las casas se han ido cerrando, la gente no pregunta, no quiere conocer. Ella dice "los tiempos han cambiado" y viste de otro modo, rechaza todo lo anterior. El no entiende y el viejo perro es testigo de las diarias discusiones entre hermanos. El chico no puede entender.

El chico decide suicidarse en las vías del tren (su viejo perro le sigue). El chico manda a casa al perro, va hasta un basurero (su perro le sigue). Le da una tremenda paliza (su perro se distancia un poco, le sigue mirando, permanece quieto, no se va). El chico, conmovido por la paliza y la respuesta del perro, se aproxima, lo acaricia y llora desconsolado -seguramente por sí mismo- (el perro se deja hacer, es su dueño, lo chupa) Lo vuelve a mandar a casa. (el perro se aleja) y el tren se empieza a oír.

Se coloca sobre las vías. Siente debajo de su brazo algo que se mueve ¿Una rata? No, ve a su perro también tumbado a su lado. y el tren se acerca. Se levanta y también su perro. El aire del tren le da en la cara, en el cuerpo.

Vuelven los dos a casa. Recoge sus discos, sus cuadernos, dos libros, un poco de ropa,. lo coloca todo en su motocicleta y a su perro encima. Queda en silencio un momento, vuelve a bajar sus cosas y les prende fuego. Llega ella y, como en tantas ocasiones, tienen una monumental bronca. Toma de nuevo su perro y su motocicleta y se pierde en la noche."

La decisión de la separación ha sido posible.

Jose Luis de la Mata